En años anteriores, preparábamos los instrumentos basándonos en un documento que
denominábamos hoja de cuentas. Esta tarea era complicada debido al amplio
abanico de preferencias individuales que existía entre los distintos cirujanos,
así como por la cantidad de instrumentos no convencionales que utilizan”. Así,
describía la enfermera y jefa del departamento central de suministros estériles
del Hospital Saint Thomas de Nashville (Tennessee), Pat Stefanik, el proceso de
preparación de instrumentos quirúrgicos previo a la aplicación del Censis. “El
resultado era que la relación entre el departamento central de suministros
estériles y el quirúrgico no era tan buena como debería haber sido. En el caso
que faltara algún instrumento, lo primero que se pensaría sería que el
departamento central de suministros estériles habría cometido algún error”. Para
la ejecutiva principal de tecnología de Censis, Janice Hardrath, el uso
convencional de hojas de cuentas, encierra muchos problemas. “Las hojas de
cuentas se suelen redactar en una hoja de cálculo y después se fotocopian.
Cuando la lista se modifica, es difícil recuperar las antiguas y sustituirlas
por aquellas con la información correcta”. En opinión de Hardrath, el principal
inconveniente surge cuando el instrumental quirúrgico llega a la sala de
operaciones con instrumentos incorrectos o con falta de los mismos. “Esto suele
causar retrasos en la sala de operaciones, riesgos para los resultados de los
procedimientos quirúrgicos, así como la insatisfacción de los cirujanos”,
reconoció.
Además, con el antiguo enfoque no hay forma de
identificar o documentar los instrumentos, ni de realizar un seguimiento de sus
movimientos. Si surgiera un problema en una prueba biológica con la carga de un
esterilizador, el hospital necesita saber exactamente qué instrumentos estaban
en la misma y su ubicación actual. Algo bastante difícil con el procedimiento
convencional, ya que se remite a notas escritas y a la memoria de la persona que
preparó el instrumental. Los hospitales suelen perder gran cantidad de
instrumentos y gastan elevadas sumas de dinero para su sustitución. En teoría,
también se deben realizar servicios de mantenimiento de los instrumentos tras
cierto número de usos, pero con el sistema manual no se puede saber con qué
frecuencia se utiliza cada instrumento, por lo que se suelen realizar demasiados
o muy pocos servicios de este tipo.
Con el antiguo enfoque no hay forma de identificar o
documentar los instrumentos, ni de realizar un seguimiento de sus movimientos.
Además, con este sistema no se puede saber con qué frecuencia se utiliza cada
instrumento, por lo que se suelen realizar demasiados o muy pocos servicios de
mantenimiento
A la búsqueda del lector de identificación adecuado
Desde Censis, se desarrolló el concepto de colocar
un código de barras en cada instrumento y mantener la lista de selección en un
paquete de software. Después, el técnico que prepara el instrumental escanea
cada instrumento y el software garantiza que todo el instrumental idóneo esté en
el kit. El proceso de marcar los materiales y posteriormente leer dicha marca,
con precisión, ha sido la parte más difícil. “Comenzamos utilizando un láser
para grabar los instrumentos; después pasamos a una etiqueta adhesiva con un
código de barras Data Matrix 2D”, comentó Hardrath. Fue muy complicado mantener
la etiqueta adhesiva durante el lavado y la esterilización, por lo que Censis
intentó soldar la etiqueta por láser. Por último, la empresa intentó una técnica
de marcación electroquímica que aplica un código de barras Data Matrix de 3 mm.
Este método de marcación ha proporcionado la durabilidad y legibilidad
necesarias para soportar la operación, lavado y esterilización.
Los nuevos lectores de identificación aguantan
operaciones como el lavado y esterilización del instrumental quirúrgico.
Encontrar el lector de identificación adecuado
también ha sido muy complicado. “Probamos cinco generaciones distintas de
escáneres. Cada una de ellas era mejor que la anterior, aunque sólo la última
generación ha satisfecho nuestras necesidades sobre la lectura de la marca con
rapidez y fiabilidad”, afirmó Hardrath. Los instrumentos quirúrgicos suelen ser
de metal plateado, normalmente acero inoxidable o aluminio. Algunos tienen una
superficie mate, mientras que otros la tienen de espejo. Además, algunos son
planos y otros curvados. La reflectividad de la superficie dificulta la
formación de una buena imagen de la marca.
En general, los escáneres que Censis había probado en el pasado podían leer
las marcas utilizando algoritmos que daban cuenta de la reflectividad de la
superficie. El problema residía en que el escaneado y el cómputo llevaban
demasiado tiempo. Cuando se producían retrasos, los técnicos normalmente
retiraban el instrumento y comenzaban de nuevo, o regresaban a los métodos
manuales anteriores. Los mejores resultados se obtenían moviendo el instrumento
lentamente de un lado a otro para que el escáner visualizara la marca desde
distintos ángulos y aplicar algoritmos que dieran cuenta de la reflectividad.
En el pasado, los escáneres que Censis había probado
leían las marcas utilizando algoritmos que daban cuenta de la reflectividad de
la superficie. Pero el escaneado y el cómputo llevaban demasiado tiempo.
Lectores que aúnan iluminación, software y óptica
Hardrath configuró un cómputo sin escaneado para
encontrar el mejor sistema de visión posible para el trabajo. “Reuní un surtido
de 30 instrumentos diferentes de varios tipos: curvados, planos, brillantes,
mates, con color y sin color. Alineé tres de los lectores preferidos en el
mercado, incluido el Cognex DataMan 7500. Pedimos a distintas personas que
escanearan cada uno de los instrumentos. A continuación, evaluamos los
resultados, el tiempo necesario para escanear cada uno y la reacción de las
personas que utilizaron cada escáner”. “El Cognex DataMan 7500 fue sensiblemente
superior a los demás. La mayoría de los consultados comentaron que era más
rápido y sencillo obtener un buen escaneado con este dispositivo. Por tanto,
tomamos la decisión de ofrecer exclusivamente el instrumento Cognex con
Censitrac”, aseguró Hardrath. “Ahora disponemos de 250 escáneres DataMan 7500 en
el mercado. Un hospital medio cuenta con cinco, y el que más tiene cuenta con 30
lectores. A nuestros clientes les encantan. La mayoría de ellos ha decidido
sustituir sus escáneres de generación anterior por los nuevos equipos de
Cognex”.
Los lectores de identificación Cognex DataMan 7500
combinan iluminación, software y óptica. Estos dispositivos incorporan un
software que maneja una amplia gama de degradaciones en el aspecto del código.
Los DataMan pueden iluminar marcas de todo tipo sobre cualquier superficie. El
difusor integrado proporciona una ligera iluminación, necesaria para piezas muy
reflectantes como las marcas con grabado electroquímico en superficies redondas
y brillantes. El Cognex DataMan 7500 es el primer lector que ofrece una solución
de verificación manual que cumple los requisitos de la Asociación para la
Identificación Automática y la Movilidad (AIM) relativos a la clasificación de
calidad de los códigos Data Matrix 2D.
Censitrac resuelve los problemas de los métodos manuales para realizar el seguimiento de los instrumentos y a los métodos automáticos que los supervisan por completo, en lugar de cada uno por separado. El software automatiza el proceso para garantizar una precisión del 100% en la preparación del instrumental. Además realiza un seguimiento automático del mismo, ya sea dentro de un kit o como inventario suelto. Esto facilita la localización de cada instrumento de forma inmediata. Censitrac evalúa su uso, los kits e instrumentos que se han utilizado o no en los procedimientos y determina, exactamente, cuándo se debe realizar un servicio de mantenimiento.
Censitrac resuelve los problemas de los métodos manuales para realizar el seguimiento de los instrumentos y a los métodos automáticos que los supervisan por completo, en lugar de cada uno por separado. El software automatiza el proceso para garantizar una precisión del 100% en la preparación del instrumental. Además realiza un seguimiento automático del mismo, ya sea dentro de un kit o como inventario suelto. Esto facilita la localización de cada instrumento de forma inmediata. Censitrac evalúa su uso, los kits e instrumentos que se han utilizado o no en los procedimientos y determina, exactamente, cuándo se debe realizar un servicio de mantenimiento.
Imagen del lector de identificación Cognex DataMan
7500.
Censitrac resuelve los problemas de los métodos
manuales para realizar el seguimiento de los instrumentos. El software
automatiza el proceso para garantizar una precisión del 100% en la preparación
del instrumental
Principales mejoras en el Hospital Saint Thomas (Estados Unidos)
“Desde el primer día en que empezamos a utilizar
Censitrac, observamos una notable reducción del número de errores”, reconoció la
enfermera y jefa del departamento central de suministros estériles del Hospital
Saint Thomas de Nashville, Pat Stefanik. “Y lo que es también muy importante
–reconoció–, ahora sabemos dónde se encuentra cada instrumento. En el caso que
faltara algún instrumento y nos llamaran desde la sala de operaciones, lo
buscaría en Censitrac y descubriría que se escaneó y guardó con el instrumental
enviado a dicha sala. Sin embargo, si no lo encontraran lo volveríamos a leer y
enviaríamos un repuesto sin perder tiempo”. Según Stefanik, observaron una gran
mejora cuando Censis actualizó los lectores portátiles de identificación de la
serie Cognex DataMan 7500. “Los dos primeros escáneres que utilizamos eran fijos
y teníamos que pasar el instrumento por debajo, lo que resultaba un tanto
incómodo. Sin embargo, el DataMan 7500 es portátil: podemos pasarlo por varios
instrumentos al mismo tiempo y así ahorramos tiempo. Este lector es mucho más
rápido que otros utilizados y la precisión del instrumento es del 100%. El
escáner DataMan es también el más resistente que hemos visto nunca. En el
pasado, los rompíamos cada dos por tres, pero, según tengo entendido, nunca
hemos roto un lector de Cognex”.
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